lunes, 7 de enero de 2008

No es un día más

Acabó One More Day. No fue demasiado bueno. La verdad, fue una historia horrorosa.
Recapitulación. Hace un tiempo Quesada -que es el editor jefe de Marvel, el responsable máximo de los contenidos de los tebeos- dijo que veía tres grandes problemas a solucionar. Uno era global, sentía que a las series les faltaba un poco de imprevisibilidad como la que tenía Marvel a comienzos de los sesenta. Otros eran más concretos, personajes que sentía se habían alejado demasiado de su planteamiento inicial perdiendo aquello que los había hecho especiales. La Patrulla-X no era ya un grupo marginado y temido, dada la proliferación de mutantes en el universo Marvel, y se había perdido la identificación con los adolescentes. Spider-man no era un joven un poco friki con problemas laborales, amorosos y sociales: se había casado, se había aposentado y había perdido parte de su encanto, el factor culebrón.
Vale. A Quesada le da por solucionarlo. Lo de los mutantes (Casa de M) fue una chapuza: en una historia de los vengadores, sin tener en cuenta las historias que en ese momento estaban contando, en una serie flojísima y con un pretexto tipo "Fue un mago" desmutantizaron a la mayoría de ellos. Sin historias relevantes que siguieran al evento, sin una mínima conexión temática, sin un plan al cabo de qué hacer tras tal cataclismo. La linea estuvo dando dos años tumbos, sin que se recuperara eso que supuestamente había ido perdiendo y quedándose a cambio sin un status quo muy rico.
Lo de la imprevisibilidad del universo Marvel les salió mejor con Guerra Civil. La idea -surgue un conflicto entre héroes ante una ley que les obliga a registrarse con el gobierno- tenía sentido, se introdujo con tiempo y había una hoja de ruta clara de qué hacer con la nueva situación: nuevas series, cambios en el planteamiento de otras (4F, Vengadores, Capitán América). La historia no es que sea demasiado afortunada, por ser suave, pero más allá de la misma, el evento estuvo bien llevado.
Llega el momento de Spider-man. ¿Cuál de las dos metodologías seguir? Pues la de Casa de M, claro, porque funcionó tan bien que es a día de hoy que tienen que ponerse las pilas y sacar un crossover para tratar las consecuencias de la historia en serio.
El planteamiento es el siguiente:
una vez revelada su identidad al mundo, Spider-man sufre un ataque por parte de un antiguo enemigo en busca de venganza. La tía May recibe un disparo del que no se va a recuperar, y ante su inminente muerte Peter hace un pacto con el demonio para salvarla. El precio es su matrimonio con Mary Jane y toda memoria del mismo.

La negrita es mía, para recalcar el tema que convirtió a Spider-Man en un icono conocido en todo el mundo: los pactos con el demonio. Sí.
Es difícil decidir por dónde empezar con los problemas que tiene esta historia, pero quizás sean las circunstancias editoriales las más lamentables. Cuando a Quesada lo hicieron jefe, fue por su éxito como editor de la línea Marvel Knights. A finales de los noventa en Marvel el rumbo de las series lo decidían los editores en comité. Todo se organizaba en función grandes eventos y crossovers, y los guionistas eran meros escribas que llevaban la historia del punto A al punto B, sin tocar nada, sin que evolucionaran los personajes ni se hiciera nada interesante. Había mucho politiqueo, mucho mamoneo y mucho cambio inexplicable de última hora, y así medraban grandes guionistas como Scott Lobdell o Terry Kavanagh. Lo que Quesada hizo fue fichar a guionistas buenos, pagarles bien por su trabajo, dejarles contar su historia sin imponerles ataduras a una línea editorial y buscarles buenos dibujantes. Vamos, de sentido común parece...
Lo que Quesada hace hoy en día se parece cada vez más a aquello que el ayudara a cambiar hace unos años. Straczynski fue un fichaje estrella y revalorizó al personaje; pero con el tiempo cada vez parece menos su Spider-man y más el de la ida de olla del editor del momento. Repasando:
  • Pecados del pasado, la historia de los hijos secretos de Peter y Gwen, que obligaron a cambiar para que fueran hijos de Norman Osborn: para acabar con esa esa chorrada, ¿para qué autorizar la historia en un principio?
  • El Otro, la historia con que se supone iban a zanjarse los temas místicototémicos que llevaba tratando desde el principio de la serie, se convierte en un crossover hinchado, escrito al alimón con otros dos guionistas, se aprovecha para lanzar una serie nueva y la tía May se pone el traje de Iron Man. Sí, no me invento nada.
  • Luego, un montón de números de crossover con Guerra Civil.
  • Otro montón de números de Back in Black, Spider-Man en plan atormentado dando vueltas por ahí ,como preparación para One More Day, que iba muy retrasada.
  • Finalmente esto.
Supongo que es difícil e ingrata la tarea del editor, siempre buscando el equilibrio entre dar la libertad necesaria a los creadores para que puedan hacer historias buenas y originales, y controlar lo que van a hacer con personajes que no dejan de ser franquicia propiedad de una empresa y de los que el editor va a tener que seguir sacando historias una vez se haya acabado la etapa de turno. Pero vamos, en los últimos dos años se ha visto más bien poco de lo primero en Spider-man.
De todas maneras, incluso de los ambientes más terribles de trabajo y de las imposiciones más arbitrarias y absurdas pueden llegar a surgir buenas historias. El problema es que One More Day no lo es, ni de lejos. Tiene un ritmo atroz, empieza con dos números de Peter Parker dando vueltas como una paloma mareada, preguntándose que hacer con May para al final no hacer nada y que encima son redundantes con los cinco meses anteriores. El desenlace, en dos numeritos. El demonio aparece de la nada, sin explicación de su interés por Spider-man, ni mención previa, ni relación temática, ni nada de nada. Podría haber aparecido el niño del Sexto Sentido diciendo que todo era mentira y que todos estaban muertos, y habría tenido la misma lógica narrativa. Los diálogos de los dos primeros números son de risa, y el dibujo no es demasiado bueno, aunque estos dos aspectos mejoran mucho en los dos últimos. Claro, eso sólo lo puedes apreciar si eres capaz de tragarte la aparición de Mephisto, que es como el calamar gigante de Padre de Familia del que nadie quería hablar.Luego está el problema del sentido de la historia. Peter no tiene problema con que su tía muera, tiene un problema con que haya sido por su culpa. Por qué no tiene esos mismos reparos a la hora de perder voluntariamente y por siempre a su mujer, no se dice, no se explica. A todo esto, May debe tener 90 años, lleva quince ataques al corazón y le va a tocar pronto sí o sí. Está pactando con el diablo, que a poco que uno sepa de teología, seguro que no planea nada bueno. Por si fuera poco, al final elige no elegir... que escoja Mary Jane, que estorba mucho como personaje pero para esto sí que vale.
Al final, eligen salvar a May. ¿Cómo funciona el pacto con Mephisto? Es magia. Pero... Es magia. Y cómo... MAGIA. M. A. G. I. A. No hay nada que explicar. Pues vale... Esto no me lo invento yo, es básicamente lo que el escritor dijo que pasó en la reunión en la que le dijeron lo que iba a hacer.
Tal como queda la cosa:
  • Peter y MJ estuvieron mucho tiempo juntos pero nunca se casaron, recientemente se separaron y Peter vuelve a estar soltero. ¿Para hacer eso, no sería lo mismo haberlos divorciado? Mucho más lógico, fácil de explicar sin tanta zarandaja sobrenatural que no viene a cuento y seguro que tenía muchísima publicidad. Spider-man, el héroe con el que todos nos identificamos, divorciado, como la mayoría de los adultos yankis. No veo yo el problema.
  • La identidad de Spider-Man vuelve a ser secreta... porque sí, porque es una consecuencia lógica de la separación de esos dos. Vale, no quiero ni imaginarme como va a ser volver a interpretar el año anterior de tebeos Marvel, con la Guerra Civil y Spider-Man sin identidad secreta en los Vengadores.
  • Harry Osborn vuelve a estar vivo... porque sí, ver párrafo anterior. Oye, ya puestos, podían aprovechar y resucitar a Gwen Stacy. O a Kraven. Total, se invalidan historias míticas, pero Peter puede volver a ir a guateques y a correr detrás de un payaso vestido de tigretón, ellos saben lo que el público quiere.
Al final parece que no sólo se trata de devolver el suspense romántico a Spider-Man, se trata de volver a leer los tebeos como hace treinta años porque yo lo digo. La última vez que esos elementos que ahora quieren recuperar tuvieron fuerte presencia en Spider-Man fue cuando no estaban casados, pero es absurdo pensar que sólo un Peter Parker soltero tendrá problemas económicos, o un nutrido grupo de amigos y secundarios, o complejas situaciones laborales. Es un razonamiento al revés.
No puedes devaluar la importancia de la continuidad mientras te aprovechas de ella. Si piensas que contar una buena historia -que aparentemente es lo que hay detrás de este jaleo, buscar una situación que permita contar más y mejores historias- es más importante que respetar el canon establecido, siempre pueden buscarse soluciones fuera de la continuidad. Ahí está Ultimate Spider-Man, con Peter en el instituto, y Spider-Man loves MJ, con todos los líos románticos que puede haber a este lado de O.C. El problema es que esas historias, por cierto mucho mejores desde hace años que las de Amazing y compañía, es precisamente que no son las "de verdad". Parece que no cuentan porque no tienen el bagaje de cuarenta años de continuidad. Como se come entonces que quieran ese bagaje de historias entrelazadas, de visiones a veces contradictorias de autores muy distintos, que va construyéndose un tebeo sobre otro y que funciona más que menos, pero que lo primero que hagan sea alterar radicalmente veinte años del mismo. Es como querer un coche carísimo para arrancarle los asientos, llenarlo de abollones, ensuciarlo y quitarle el ABS y el reproductor de CDs. Seguro que es más genuino, pero también son ganas de complicarse la vida.
Lo peor de todo es que visto el relanzamiento que hacen a raíz de todo esto, parece que tienen un montón de autores cojonudos con buenas ideas y con una idea clara de cómo hacer un tebeo de Spider-man divertido pero a la vez fiel al concepto. Y si tiene éxito Quesada se dará una palmadita y pensará que es todo gracias a su genial idea. Mary Jane, coñazo de personaje como es, no era el problema. Las historias malas, sin rumbo, de relleno y completamente ajenas al personaje, sí.
Y si yo ando perplejo, me imagino que la gente a la que Spider-Man sí le gusta pensará que les han tomado el pelo.

martes, 27 de noviembre de 2007

Lo que viene (y podría venir) de Marvel

Continuando con la entrada anterior. ¿Qué estoy siguiendo de Marvel?
Astonishing, Factor-X y X-Men de Carey, Bachalo y Ramos. Capitan América, Daredevil y Runaways. En tomos de regularidad dudosa, Hulka.
¿Qué me voy a comer? Cuando empieze Complejo Mesiánico (que de momento no va mal, vermos...) me tocarán Patrulla-X y Nuevos X-Men, pero habré perdido AXM; por tanto, uno más. El tomo de La muerte del Capitán América, pa' ellos: es un truño, no aporta nada y es de Loeb. ¡EL HORROR, EL HORROR!
Runaways de Whedon, sí gracias. DD, hasta que me calquen una nueva miniserie y me tenga que pasar a tomos yankis.
En el futuro, además de continuar/acabar lo que ya sigo:
  • La línea Ultimate parece muerta para mi, con el pérfido Loeb mancillando con sus garras lo que otrora fue puro. Aunque Immonen siempre me tienta.
  • De todo lo que sale de Civil War me quedo con The Order. The Initiative, flojo flojo. Thor bonito pero vacío. Vengadores, a medio gas ambas coleccionesy y Cho no es tan bueno; pero a ver si reeditan The Hood, aprovechando. World War Hulk muy espectacular y entretenido, pero no va a ningún lado. 4 F de Millar y Hitch habrá que ver, estoy bastante cansado de Millaradas y sediento de Hitchadas. Thunderbolts, con los tics constantes de Ellis se queda a medio camino.
  • Criminal: sí. Iron Fist: oh, sí. Agents of Atlas es un pastiche pulp, absurdo y muy bueno. Spiderman loves MJ, Wisdom (Max), Omega the Unknown, Union Jack, Modok's 11: no quiero hacerme ilusiones.
Sin grandes cambios. No creo que salga mucho de lo que realmente me interesa, así que me contentaré con un par de tomos. En general creo que lo están haciendo bastante mejor en Marvel que en DC, pero en cuanto a lo que realmente me planteo comprar, no hay tantísima diferencia: autores buenos, conceptos originales y series marginales parece ser la clave.

Lo que viene de DC

Cada vez me desconecto más de los superhéroes y acabo siguiendo guionistas y dibujantes. Quién me iba a decir hace unos años que cada més dejaría casi dos euros en el Capitán América, de entre todos los personajes, y ni siquiera la Patrulla ha sobrevivido a la caída de gracia del completista que buceaba en mí. El caso es que intento seguir más o menos las novedades de DC y Marvel mes a mes, incluso echarle un ojo a los escaneos, para saber a que atenerme a nueve meses vista, y no me sorprende que de el plan de Planeta para DC -sin Vértigo- me interese poquito. De todos los relanzamientos después de las Crisis 2.0 hay mucha pajilla tibia para lectores de toda la vida, mucho relanzamiento abortado, bastante crossover cutre y alguna serie que merece la pena, generalmente de segunda o tercera fila y por lo tanto no publicada.
Las novedades, aquí . De esto me quedo con:
  • Batman: naaaa. Paso. Si dibujara siempre JH Williams III todavía. El resto no llama especialmente la atención.
  • Superman: GOTO Batman. La muerte de Superman: bastante tengo con cargar con mi propia nostalgia hacia la Era del Apocalipsis, cuando lo leí me pareció un truño. Si el traje de Superman te parece ridículo, Darkseid aparecía vestido de chandal en sus primeras apariciones. Aunque un chandal de táctel hubiera sido incluso mejor.
  • Universo DC: a veces sí, pero esta vez... demasiado material que sólo llega al "está bien, sin más". Legion tenía un buen planteamiento (el superheroísmo como un movimiento global de rebelión protagonizado por adolescentes) y un buen dibujante; entonces el guionista decidió que quería hacer sh de toda la vida y olvidarse de lo que daba personalidad a la serie, y Barry Kitson se fue a hacer The Order, que de momento es mejor. Secretos americanos me llama la atención, hojearé. Todo el asunto de Gren Lantern - Siniestro War empieza bien con el especial, se desinfla, entre lo facilongo y chorras que es el tema de Parallax y los protagonistas de GL Corps que no sé de donde viene, está claro que esta historia no es para mi. Lo de las amazonas es espantoso y con WW de Pérez me pasó como con las Crisis originales: lo puedo apreciar pero no disfrutar, demasiado añejo y acartonado. Soy una criatura de los 90, con sus hombreras y sus trajes hiperajustados.
¿Qué quiero? Pues para empezar el Shazam! de Jeff Smith. Cualquier cosa de Gail Simone, ya doy por perdido que editen BoP así que no estaría mal un tomo con el Átomo nuevo y su increible compañero la cabeza voladora. Green Arrow & Black Canary, por el dibujo de Cliff Chiang (le echaré una hojeada al tomo del Espectro, con éste mismo). Blue Beetle, el nuevo. Spirit. Yyyyyy poco más.
No, All-Star Superman no. Esta muy bien hecho, es muy nostálgico, me sigue sabiendo a refrito. Casi todos los tebeos actuales de Superman me saben a refrito, visto, engullido y regurgitado una y otra vez. Quizás ésta es la manera correcta de escribir a Superman y simplemente no es para mí; pero sigo adorando el Red Son, así que no pierdo la esperanza.
No, All-Star Batman & RTBW tampoco. Seguro que a alguna gente le encanta porque es una sobrada y parece que se esta riendo de todo, pero la historia en sí es un chorzo pinchado en un palo, no avanza nada, los hechos suceden sin conexión, los personajes aparecen para no volver a ser oídos nunca más... De todo, incluso de los que pagan por él.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Fell, o el reencuentro con Warren Ellis

Da gusto cuando un autor cuyas últimas obras no acaban de convencerte te sorprende agradablemente. Si la obra en cuestión es la que menos esperas, el gusto es doble. Señores: Fell. Fell: unos amigos.
Cuando el planteamiento es sencillo -un policía es trasladado a una ciudad inhóspita, donde intenta hacer méritos- tiene que brillar la ejecución. Como serie no coral, es crucial que el protagonista sea atractivo, complejo, tridimensional. El planteamiento "recién llegado a entorno hostil" exige una ciudad creíble, capaz de evocar esa sensación de peligro y dureza. Los personajes que la pueblen tienen que ser acordes a esa idiosincracia. Finalmente, un policíaco basado en los misterios vive o muere según la solidez de su trama; uno que juegue al género negro depende mucho más de la atmósfera adecuada. Todos esos elementos los orquestan Warren Ellis y Ben Templesmith en los primeros 8 números de esta serie.
Dos eran los peligros que tenía este equipo al plantearse esta serie. Ellis es conocido por dejarse llevar por sus tics, temas recurrentes y fetiches favoritos. En su extensa producción se encuentran una y otra vez, llegando a repetirse en cosas que en el pasado hizo mucho mejor. Le gusta en particular el personaje de "cabrón inglés": malhablado, verborreico, violento, fumador, cínico pero en el fondo idealista. Es fácil entender mi miedo a que si este señor se encargaba de una serie con este planteamiento acabara degenerando en una autoparodia. Templesmith por su parte es de la escuela de Sinkiewicz, McKean y, especialmente, Ashley Wood, dibujantes-coloristas que ponen el conseguir una ambientación capaz de transmitir sensaciones por delante del realismo o la claridad. El caso de este último es el más sangrante, con algunos tebeos que podríamos describir como "manchitas grises y ocres de las que salen bocadillos", o "muy atmosférico pero de atmósfera cargada de smog". ¿Ciudad oscura, llena de humo, lluvia y basura? Peligro.
No se si fruto de una especial lucidez respecto a los defectos propios o de la sinergia que se da en los mejores cómics, ambos esquivan estos obstáculos. Rich, el protagonista, es básicamente un buen tipo. A veces se deja llevar por todo lo malsano que le rodea y aflora una vena sádica, puede ser un listillo con demasiado aprecio por el sonido de su voz, y a veces la caga; pero caminando siempre entre el héroe indiscutible y el cabrón amoral, entre el perdedor y el irritante personaje-trampa al que el escritor dota siempre de la voz de la razón, al final es un personaje agradable de leer. Entre los secundarios de todo, hay espacio para alguna de las parodias con voz típicas de Ellis y también para gente más normal dentro de la rareza de esta serie. Y es que no hay que engañarse, por las páginas de Fell desfilan personas y casos extravagantes, anormales y repugnantes, de los que suceden en la vida real pero no se reunen en una misma ciudad más que en las mentes de los creadores más enfermas. El dibujo logra ese difícil equilibrio: vecindarios grises de edificios industriales, procedimientos policiales cutres, abandonados, gigantes y enanos, viejos, vagabundos y deformes, todos expresivos pero todos identificables, con una paleta que combina colores apagados que se funden en una masa con pinceladas de tonos brillantes en un contraste muy efectivo.Si el planteamiento es el adecuado, no lo es menos el desarrollo. Usan una ferrea cuadrícula y no caen en excesos: cada viñeta, cada bocadillo, es una unidad plena de contenido y un golpe en el ritmo de la historia. No podía ser de otra manera, con capítulos de 16 páginas. Sortean enseguida la fórmula del "caso bizarro-investigación", aunque no se permiten la indulgencia de dedicar un episodio entero a subtramas personales: el caso siempre aparece con una piel u otra, y aun con distintas presentaciones se establece un equilibrio entre argumento y desarrollo de los personajes. Una pena que el TPB americano no traiga los materiales adicionales sí incluidos en los comic-books, tema del que la señora Internet y yo nos hemos ocupado rápidamente.
Más allá del análisis de qué funciona y que no, lo que queda es un cómic adictivo pero intenso, conciso y a la vez arriesgado y en el que todas sus partes cumplen la función de sacar adelante el conjunto. Cinco Triquis Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas.

Novedades españolas Septiembre

Acabó Death Note (Tsugumi Ooba y Takeshi Obata). La serie fue genial en su primera mitad y bastante buena en la segunda. Le faltaba algo, esa magia que eleva un buen tebeo a la siguiente categoría; pero continuaba siendo muy adictivo, con giros argumentales geniales. Una conclusión coherente con el discurrir de la serie, bien llevada. Echaré de menos la sensación de "vaya cojones" que me producía esta serie. Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas
The 49ers agotado en las dos tiendas. Grrrr. Top Ten es uno de mis tebeos de Alan Moore favoritos, el contrapunto ligero a Watchmen o V de Vendetta, y Gene Ha es Dios. Paciencia.
En Astonishing X-Men (Whedon y Cassaday) concluye el tercer arco. Entiendo que a los yankis les pueda la lentitud de esta serie: mucha viñeta grande, mucha pelea bien degustada, seis números por historia... y encima sale de pascuas en ramos. Aquí no se nota tanto al ir mes a mes, aunque me da que acabaremos alcanzando la edición americana. De cualquier manera sigue muy bien: diálogos geniales, todos los personajes clavados con momentos memorables, escenas de acción de quitar el hipo, divertida y emocionante y con un buen continuará. Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo
X-Factor también acaba el primer año. Lo malo: baile de dibujantes (aunque ahora llega Raimondi, de la mini de Madrox, que me gusta bastante) y la trama de Investigaciones Singularidad, un simple "no está mal". Lo bueno: la temática de la serie -Peter David es el único que parece saber hacer algo diferente con la temática social y pseudocientífica de los mutantes, y el que mejor ha aprovechado las posibilidades de Casa de M- y los personajes: el Mercurio iluminado pasado de rosca, las lenguas afiladas de Syrin y M, el aplastante realismo de Rictor, la puta-niña-de-The-Ring Layla Miller... y sobre todo Madrox, con sus paranoias, su inseguridad y los poderes que más juego dan. Ahora mismo mi personaje favorito. Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo
En Runaways (Vaughan y Alphona) se cierra un arco con una muerte. A esta serie siempre le falta un puntito. Su punto fuerte son los personajes: personalidades bien definidas, relaciones jugosas, dibujo muy expresivo y logrado, diálogos whedonescos muy divertidos... lo que necesita es unas tramas más emocionantes, más rotundas. En general ese es el problema más habitual de los tebeos de este guionista. Y en este arco ha fallado la conclusión, que es menos emocionante de lo que la misma historia te dice que debería ser. Bueno, pero podría ser mejor. Blas Blas Blas
El Solo de Bernet, flojillo de dibujo y de historias. Me esperaba más

jueves, 6 de septiembre de 2007

Amazing Spider-man 544, "One More Day" 1 of 4

Amazing Spider-Man 455, o como Straczynski y Quesada hacen uno de los cómics más... ¿intrascendentes? ¿sosos? ¿decepcionantes? No llego a decir que perpetran este cómic porque no es especialmente malo, simplemente... sobra.Parker is raging
Repasando la situación, que el contexto es importante. Al final de Civil War Spider-Man era un fugitivo, su identidad era conocida y Mary Jane y la tía May estaban ocultándose con él. Un momento tan bueno como otro cualquiera para empezar a leer esta colección, aunque fuera en diagonal. Ya entonces andaban anunciando la saga que inaugura este episodio, One More Day.
MJ is sorryEn una larga historia llamada Back in Black, la tía May recibía un disparo. Spider-man descubría quien estaba detrás, le partía la cara, fin. En el medio había mucha cara de angustia, muchas escenas de hospital, impresionantes planos de gente con batas blancas pidiendo que rellenaran impresos por triplicado, Mary Jane con cara de esposa sufrida diciendo "te quiero", "confío en tí", "¿te apetecen costillas para cenar?", "cari, hay que cambiar las cortinas de la ducha", "tu madre me odia", etc. Una historia estirada, nada nuevo bajo el sol, que culminaba con el mítico número de "¡Traslada a tu tía a otro hospital, Spiderman...! ¡¡¡OJALÁ SOBREVIVAS A LA EXPERIENCIA!!!". Con ambulancias y todo. Ver para creer.
Cabe pensar que se hacían los longuis esperando esta saga, la última del guionista cuyo nombre no oso pronunciar. ¿Qué podíamos esperar? Un sentido adios a un personaje con cuarenta años de historia y alguna muerte previa en su haber. Un estudio profundo sobre el precio del heroísmo y lo inevitable de la muerte. La culminación de los subargumentos de los últimos 5 años. Un cambio radical en el status quo que deje a Parker soltero, sin novia y con la tía May haciendo galletitas. Algo.
Lo que tenemos, resumido en una frase, es: Peter Parker convence a Tony Stark de que pague el seguro médico de la tía May.
Claro, están picando al lector para que espere con ansia el siguiente número. Las posibilidades son infinitas. Acechada por un ataque de tos, el bienestar de May corre peligro. Peter debe conseguir una almohada de plumas, es una carrera contra el tiempo... ¡y no puede ganar! ¡EL TURNO DE ENFERMERAS ACABA A LAS OCHO! Bonus: Mary Jane encuentra el flan de vainilla delicioso. A Brand New microtomic slice of life, True Believer.Foreshortening means risk
Aclarado que no tienen nada que decir, Straczynski y Quesada se empeñan en contar esta historia de la manera más torpe posible. El mismo monólogo angustiado emoparker, el mismo maniquí de respuestas programadas y morritos de sufrimiento en el papel de MJMJ cannot walk alone, mucho texto convenciéndonos de lo crítico que es todo esto para rellenar las viñetas, escorzos y picados, rostros angulosos, cordones de tendones y músculos de caballo, tensión, tensión, tensión. Cientos de miles de rallitas. El entintado de Danny Miki da sombras, sombras en las sombras y convierte el perfil más definido en un suave vello. El color de Isanove recuerda la calidez de un día de verano, violetas y naranjas, tonos pastel y suaves degradados. El dibujo en conjunto es llamativo a ratos, increíblemente poco sutil y nada adecuado para la historia que pretenden contar.
Empieza con un bostezo, mientras lees "¡Es importante! ¡Es brutal! ¡CUALQUIER COSA PUEDE PASAR!", y acaba con un guiño... perdón, con unos párpados muy pesados mientras lees "¡PUEDE HACER CUALQUIER COSA! ¡¡¡IT'S A MAD MAN, A MAD MAAAAAAAAAAAN!!!". Supongo que esa historia taaaan impresionante, taaaaaan importante, que necesitaba taaaaaaantos meses de espera, no da para cuatro números ya que tiene que meter uno de relleno. Puedes pasar del número anterior al siguiente sin notar la ausencia de éste. Realmente no se me ocurre crítica peor. Epi Epi. Epi Epi

Caótica Ana

Siempre me preguntan porque los españoles nos cagamos en todo, y cuanto más gordo mejor. Gracias, Medem, oh estudioso del alma humana.
Rebusco tras ver la película en internet y encuentro una simpática descripción: Fábula feminista sobre la tiranía del hombre blanco. A veces me pregunto si la gente, cuando ve películas, las mira. La tiranía del hombre blanco supongo que se refiere a la historia que sucede en una reserva india de Arizona, historia con la que comienza el peregrinaje por otras vidas y que acaba en la muerte de una mujer saharaui por disparos marroquís.
Caótica Ana es una fábula, pero el mensaje que lanza llega mucho más allá de lo que un visionado superficial da a entender. Mujer=fuente de vida, hombre=fuente de guerra. Hasta panfletos misticotribales llegan a este esquema. Como decía La Costa Brava,
incluso el más cínico puede apreciar
la belleza de las cosas simples

Si algo me demuestra Medem con esta película es que no hay que confundir sus excesos paisajísticos y el tono poético-o-algo que es marca de fábrica con una falta de sustancia. No tiene un pelo de tonto cuando recalca que esos hombres son terribles mientras llena la película con secundarios masculinos que es imposible odiar. Bombardea el feminismo de mesa de cafetería cuestionando al personaje más falsamente liberado y a la vez más entrañable, porque una fábula no tiene porque ser moralina intravenosa. ¡Mis hijos serán hombres buenos! define su visión de qué hay de cierto y de equivocado en esa dualidad. Esta es una historia sobre mujeres que habla tanto o más sobe los hombres. En el fondo son mucho más que el sexo masculino hecho hueso y carne.
Os recomiendo que vayáis a verla, no solo para poder decirme que no tengo ni idea sino porque tiene todos los ingredientes que hacen a Medem Medem: buen guión, fotografía impecable, interpretaciones estupendas. La protagonista es todo un descubrimiento. Novata Manuelita: cualquiera lo diría. Una Emma Suarez para el nuevo siglo. Por otro lado es su película más inequívocamente fantástica. A la mitad me parecía estar viendo una de Amenabar: el elemento extraño choca con la realidad, no se difumina como pasaba en Lucía y el sexo o, más claramente, en Tierra. No lo maneja tan bien como éste, la historia avanza a trompicones cuando se pone en plan expositivo y la última escena es lo más bizarro y discordante que he visto en el cine desde el bailecito setentero de Spider-man 3. Aún así la película se devora, más que avanzar fluye en cuanto deja que el personaje central tome las riendas del argumento.
Le doy cuatro Gustavos Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo. Y ahora me voy a ponerle un fax al Rey.

lunes, 27 de agosto de 2007

Novedades americanas 27 de agosto de 2007

Algunas cosillas yankis que cayeron en mis manos.
Cable & Masacre (Fabian Nicieza y Ron Lim) es bastante divertida, de dos personajes que parecían incompatibles ha acabado saliendo una historia de amistad, forzada y disfuncional pero sorprendentemente creíble, con Masacre haciendo de Jim Carrey y Cable de... de Eugenio, supongo. Que pena que los dibujantes les duran dos números. Este número (44) es del tipo "Masacre haciendo el payaso". Cuando escribía Joe Kelly se alternaban con los de "No, en serio, este tío es un psicópata".
Outsiders Five of a Kind Metamorpho and Aquaman lo cogí por el dibujante, Joshua Middleton, uno de la escuela "Famoso rápido pero dibujo lento" que lleva desaparecido un tiempo. Es más o menos como recordaba, de lineas finas, pocas sombras y colores casi pasteles. Ahora se lleva más ese estilo que cuando apareció este señor así que no impresiona tanto, pero sigue siendo bastante bueno. Sin embargo no tien mucho donde lucirse, como portadista brilla más. La historia es un team-up normalito entre veterano y novato, sin ser nada del otro mundo está bien hecha. De uno a cinco le doy:
Blas Blas Blas
Black Summer es el último intento de Warren Ellis de hacer superhéroes. Comienza con un superhéroe asesinando al presidente de EEUU por considerarle un criminal de guerra. No parece estar sacandole mucho jugo a la situación, que rápidamente evoluciona a un "SH perseguidos por el gobierno" más genérico. De una manera o de otra esto ya lo contó, en Stormwatch y Authority. El dibujante, Juan José Ryp, es del estilo de Darrow, tan detallista que queda poco natural. Es ideal para las explosiones y desmembramientos, y de esas hay unas cuantas. Como acostumbra a pasar en los últimos tebeos de este escritor el problema es el ritmo, el mismo tanto en escenas de acción como en densos diálogos. A veces da la impresión de que escribe con el automático. "A, B y C discuten, acaba con A enfadada y B huyendo con C. 4 páginas. B y C pelean con un helicóptero. 4 páginas. A, B y C se reunen con d. Discuten, D se enfada. 4 páginas". Para un guionista que lo ha hecho mejor y que siempre ha intentado un mínimo de exploración formal en cada nuevo proyecto sabe a poco.

jueves, 23 de agosto de 2007

Death Note

Querría leer más manga del que leo, pero las editoriales de por aquí me lo hacen muy difícil. Cuando hay cinco títulos de cada género juvenil (fantasía medieval, romance de instituto, peleas, historias-harén) que no me interesan, todas con portadas recargadas e indistinguibles y la mayoría con muchos volúmenes, tiendo a perderme. Añade a eso que no controlo páginas web de información, adelantos o reseñas mínimamente decentes y al final dependo de la idea feliz, autores de confianza, la recomendación ocasional o la pura chiripa.
Por una de estas vías llegué a Death Note. De primeras tenía dos elementos para no ser lo mío: protagonista en el instituto (que aburrida debe de ser la vida en Japón tras cumplir los 18) y elemento sobrenatural en mundo realista (empiezo a imaginarme rollos de ángeles, asesinos de ogros, poderes mentales y cosas así). Me bajé el primer tomo de internet y lo leí por encima. Lo que encontré me gustó. Nada de humor chorras metido a calzador, el planteamiento era dramático y dramático se mantenía. Los personajes tenían personalidad. El dibujo era detallado, los personajes no eran clones, y sobre todo la narración era sobria: si de algo abusan muchos manga es del momento shock, generalmente acompañado de un elaborado y artificial soliloquio interior, culminando en una viñeta grande con el personaje con cara de súbita pérdida del control del esfínter anal. O sea, ninguno de los defectos que me temía y muchas de las características que le pido a todo buen tebeo.
Así que me pedí los primeros. Y fui comprando algunos tomos más. Dos meses y diez tomos después -a dos de concluir- puede que esté enganchado. Sólo puede.
Realmente es una historia adictiva, de las que se leen de manera compulsiva. Pide una relectura para absorber los detalles y recrearse en los diálogos, porque de primeras sólo quieres pasar hojas y hojas para saber cómo va a acabar. Es un tebeo con el que constantemente piensas "¡Qué cojones! A ver como salen de esta..." y repetidamente te sorprende saliendose con la suya, de maneras limpias e ingeniosas por lo general. Pero sobre todo es un tebeo que no se atasca en un modelo a repetir: a pesar de que juega con el lector con continuos "Y ahora... ¡Más difícil todavía!" la historia avanza, los personajes evolucionan. Cuando se llegan a puntos de no retorno, ventajas de tener 12 tomos, puede ocurrir lo impensable. Ese no saber qué va a pasar porque todo puede pasar es lo que te agarra y no te suelta.
¿De qué va el cómic? Resumiendo mucho, es la historia de un chico que adquiere el poder de matar a la persona que desee y decide usar esa habilidad para purgar el mundo de indeseables y acabar con su sensación de seguridad e impunidad. Cuando el mundo se da cuenta de que una fuerza misteriosa, a la que llaman Kira, está matando criminales en todo el mundo no tarda en surgir quien se le oponga, encabezados por el peculiar detective "L". El grueso de la serie es el enfrentamiento de ingenio entre Kira y L, en el que uno siempre intenta ir un paso por delante del otro intentando meterse en su cabeza. De un planteamiento puramente fantástico acaba en una historia casi de espías, con pistas falsas, deducciones arriesgadas, doble juego constante... y algunos giros argumentales de vértigo. Uno en concreto. EL momento de la serie.
En los últimos tomos la serie pierde un poco de fuelle, pasa de una historia de detectives a un híbrido con más acción, pero los 6 primeros son un paseo por la cuerda floja que les sale redondo. Para quitarse el sombrero.

Novedades americanas 22 de agosto de 2007

Pocas novedades yankis esta semana, ninguna insultantemente mala y ninguna especialmente reseñable.
Thunderbolts 116, nuevo arco argumental por Ellis y Deodato. Como siempre, una de cal y una de arena. Algunos diálogos y pinceladas de caracterización ingeniosos que cubren unos personajes bastante planos y chorras. Buena atmósfera oscura, adecuada para un cómic protagonizado por psicópatas y cabrones, y malas escenas de acción, grave patinazo para un tebeo de superhéroes. Ritmo lento, se recrean en cada escena pero leerlo mes a mes es un suicidio. Parece que este arco va a tener un tema central, más que "Los Thunderbolts tienen unas misiones... y las cumplen... y pasan cosas...". En fin, depende de la gracia que le hagan a uno sus pros el que esté dispuesto a perdonar sus contras.
The Order 2, Fraction y Kitson. El mayor problema que tiene The Order es que los personajes aún están un poco verdes: ni visual ni argumentalmente logran causar una impresión. No obstante no es muy preocupante aún, teniendo en cuenta que llevan un número y medio (el primero dedicaba su primera mitad a presentar un equipo que luego era despedido... muy X-Force) y algunos empiezan a mostrar cierta caracterización. Si acierta en la narrativa, sincopada y dinámica, y en la mezcla de elementos absurdos y modernos, aunque desmerece Kitson, mejor que en otros trabajos pero todavía muy soso. Esto con Stuart Immonen sería una fiesta. Todavía no está ahí pero se acerca.
X-Men 202, Ramos y Carey. La primera virtud de Carey, Bachalo y Ramos hasta ahora ha sido mezclar con historias básicamente de acción con pequeños momentos-personaje de un elenco grande y bien definido. La segunda, en esta historia, es haber dado al ataque de los merodeadores lo que a menudo ha faltado en los enemigos de la Patrulla-X: una sensación de peligro, preparación, control de todos los frentes y una agenda al menos intrigante. Con sus muchos fallos, conseguir ese equilibrio me basta.
Spiderman (Sensational 40, Friendly 23, Amazing 543). Muy por encima: Sensational es la conversación de Homer con Dios, un argumento chorras y mil veces visto en el que por supuesto no se mojan y no dicen nada nuevo de ninguna manera nueva. Friendly es un momento majo con JJJ, mezcla de histrionismo, humor y caracterización, como la antigua Young Justice de los mismos autores. Amazing es más de lo mismo. El argumento de hoy... ¡cambiar a Tía May de Hospital! Mucho diálogo interior cargante, un par de chorradas (Lo del superhéroe-fugitivo nº1 de américa preocupándose porque los delitos cometidos para salvar a su tía puedan ser el comienzo de su descenso a los infiernos es muy, muy, muy Emoparker), sin resolución final y Ron Garney, bastante mejor que en X-Men o en JLA, muy desaprovechado.