lunes, 7 de enero de 2008

No es un día más

Acabó One More Day. No fue demasiado bueno. La verdad, fue una historia horrorosa.
Recapitulación. Hace un tiempo Quesada -que es el editor jefe de Marvel, el responsable máximo de los contenidos de los tebeos- dijo que veía tres grandes problemas a solucionar. Uno era global, sentía que a las series les faltaba un poco de imprevisibilidad como la que tenía Marvel a comienzos de los sesenta. Otros eran más concretos, personajes que sentía se habían alejado demasiado de su planteamiento inicial perdiendo aquello que los había hecho especiales. La Patrulla-X no era ya un grupo marginado y temido, dada la proliferación de mutantes en el universo Marvel, y se había perdido la identificación con los adolescentes. Spider-man no era un joven un poco friki con problemas laborales, amorosos y sociales: se había casado, se había aposentado y había perdido parte de su encanto, el factor culebrón.
Vale. A Quesada le da por solucionarlo. Lo de los mutantes (Casa de M) fue una chapuza: en una historia de los vengadores, sin tener en cuenta las historias que en ese momento estaban contando, en una serie flojísima y con un pretexto tipo "Fue un mago" desmutantizaron a la mayoría de ellos. Sin historias relevantes que siguieran al evento, sin una mínima conexión temática, sin un plan al cabo de qué hacer tras tal cataclismo. La linea estuvo dando dos años tumbos, sin que se recuperara eso que supuestamente había ido perdiendo y quedándose a cambio sin un status quo muy rico.
Lo de la imprevisibilidad del universo Marvel les salió mejor con Guerra Civil. La idea -surgue un conflicto entre héroes ante una ley que les obliga a registrarse con el gobierno- tenía sentido, se introdujo con tiempo y había una hoja de ruta clara de qué hacer con la nueva situación: nuevas series, cambios en el planteamiento de otras (4F, Vengadores, Capitán América). La historia no es que sea demasiado afortunada, por ser suave, pero más allá de la misma, el evento estuvo bien llevado.
Llega el momento de Spider-man. ¿Cuál de las dos metodologías seguir? Pues la de Casa de M, claro, porque funcionó tan bien que es a día de hoy que tienen que ponerse las pilas y sacar un crossover para tratar las consecuencias de la historia en serio.
El planteamiento es el siguiente:
una vez revelada su identidad al mundo, Spider-man sufre un ataque por parte de un antiguo enemigo en busca de venganza. La tía May recibe un disparo del que no se va a recuperar, y ante su inminente muerte Peter hace un pacto con el demonio para salvarla. El precio es su matrimonio con Mary Jane y toda memoria del mismo.

La negrita es mía, para recalcar el tema que convirtió a Spider-Man en un icono conocido en todo el mundo: los pactos con el demonio. Sí.
Es difícil decidir por dónde empezar con los problemas que tiene esta historia, pero quizás sean las circunstancias editoriales las más lamentables. Cuando a Quesada lo hicieron jefe, fue por su éxito como editor de la línea Marvel Knights. A finales de los noventa en Marvel el rumbo de las series lo decidían los editores en comité. Todo se organizaba en función grandes eventos y crossovers, y los guionistas eran meros escribas que llevaban la historia del punto A al punto B, sin tocar nada, sin que evolucionaran los personajes ni se hiciera nada interesante. Había mucho politiqueo, mucho mamoneo y mucho cambio inexplicable de última hora, y así medraban grandes guionistas como Scott Lobdell o Terry Kavanagh. Lo que Quesada hizo fue fichar a guionistas buenos, pagarles bien por su trabajo, dejarles contar su historia sin imponerles ataduras a una línea editorial y buscarles buenos dibujantes. Vamos, de sentido común parece...
Lo que Quesada hace hoy en día se parece cada vez más a aquello que el ayudara a cambiar hace unos años. Straczynski fue un fichaje estrella y revalorizó al personaje; pero con el tiempo cada vez parece menos su Spider-man y más el de la ida de olla del editor del momento. Repasando:
  • Pecados del pasado, la historia de los hijos secretos de Peter y Gwen, que obligaron a cambiar para que fueran hijos de Norman Osborn: para acabar con esa esa chorrada, ¿para qué autorizar la historia en un principio?
  • El Otro, la historia con que se supone iban a zanjarse los temas místicototémicos que llevaba tratando desde el principio de la serie, se convierte en un crossover hinchado, escrito al alimón con otros dos guionistas, se aprovecha para lanzar una serie nueva y la tía May se pone el traje de Iron Man. Sí, no me invento nada.
  • Luego, un montón de números de crossover con Guerra Civil.
  • Otro montón de números de Back in Black, Spider-Man en plan atormentado dando vueltas por ahí ,como preparación para One More Day, que iba muy retrasada.
  • Finalmente esto.
Supongo que es difícil e ingrata la tarea del editor, siempre buscando el equilibrio entre dar la libertad necesaria a los creadores para que puedan hacer historias buenas y originales, y controlar lo que van a hacer con personajes que no dejan de ser franquicia propiedad de una empresa y de los que el editor va a tener que seguir sacando historias una vez se haya acabado la etapa de turno. Pero vamos, en los últimos dos años se ha visto más bien poco de lo primero en Spider-man.
De todas maneras, incluso de los ambientes más terribles de trabajo y de las imposiciones más arbitrarias y absurdas pueden llegar a surgir buenas historias. El problema es que One More Day no lo es, ni de lejos. Tiene un ritmo atroz, empieza con dos números de Peter Parker dando vueltas como una paloma mareada, preguntándose que hacer con May para al final no hacer nada y que encima son redundantes con los cinco meses anteriores. El desenlace, en dos numeritos. El demonio aparece de la nada, sin explicación de su interés por Spider-man, ni mención previa, ni relación temática, ni nada de nada. Podría haber aparecido el niño del Sexto Sentido diciendo que todo era mentira y que todos estaban muertos, y habría tenido la misma lógica narrativa. Los diálogos de los dos primeros números son de risa, y el dibujo no es demasiado bueno, aunque estos dos aspectos mejoran mucho en los dos últimos. Claro, eso sólo lo puedes apreciar si eres capaz de tragarte la aparición de Mephisto, que es como el calamar gigante de Padre de Familia del que nadie quería hablar.Luego está el problema del sentido de la historia. Peter no tiene problema con que su tía muera, tiene un problema con que haya sido por su culpa. Por qué no tiene esos mismos reparos a la hora de perder voluntariamente y por siempre a su mujer, no se dice, no se explica. A todo esto, May debe tener 90 años, lleva quince ataques al corazón y le va a tocar pronto sí o sí. Está pactando con el diablo, que a poco que uno sepa de teología, seguro que no planea nada bueno. Por si fuera poco, al final elige no elegir... que escoja Mary Jane, que estorba mucho como personaje pero para esto sí que vale.
Al final, eligen salvar a May. ¿Cómo funciona el pacto con Mephisto? Es magia. Pero... Es magia. Y cómo... MAGIA. M. A. G. I. A. No hay nada que explicar. Pues vale... Esto no me lo invento yo, es básicamente lo que el escritor dijo que pasó en la reunión en la que le dijeron lo que iba a hacer.
Tal como queda la cosa:
  • Peter y MJ estuvieron mucho tiempo juntos pero nunca se casaron, recientemente se separaron y Peter vuelve a estar soltero. ¿Para hacer eso, no sería lo mismo haberlos divorciado? Mucho más lógico, fácil de explicar sin tanta zarandaja sobrenatural que no viene a cuento y seguro que tenía muchísima publicidad. Spider-man, el héroe con el que todos nos identificamos, divorciado, como la mayoría de los adultos yankis. No veo yo el problema.
  • La identidad de Spider-Man vuelve a ser secreta... porque sí, porque es una consecuencia lógica de la separación de esos dos. Vale, no quiero ni imaginarme como va a ser volver a interpretar el año anterior de tebeos Marvel, con la Guerra Civil y Spider-Man sin identidad secreta en los Vengadores.
  • Harry Osborn vuelve a estar vivo... porque sí, ver párrafo anterior. Oye, ya puestos, podían aprovechar y resucitar a Gwen Stacy. O a Kraven. Total, se invalidan historias míticas, pero Peter puede volver a ir a guateques y a correr detrás de un payaso vestido de tigretón, ellos saben lo que el público quiere.
Al final parece que no sólo se trata de devolver el suspense romántico a Spider-Man, se trata de volver a leer los tebeos como hace treinta años porque yo lo digo. La última vez que esos elementos que ahora quieren recuperar tuvieron fuerte presencia en Spider-Man fue cuando no estaban casados, pero es absurdo pensar que sólo un Peter Parker soltero tendrá problemas económicos, o un nutrido grupo de amigos y secundarios, o complejas situaciones laborales. Es un razonamiento al revés.
No puedes devaluar la importancia de la continuidad mientras te aprovechas de ella. Si piensas que contar una buena historia -que aparentemente es lo que hay detrás de este jaleo, buscar una situación que permita contar más y mejores historias- es más importante que respetar el canon establecido, siempre pueden buscarse soluciones fuera de la continuidad. Ahí está Ultimate Spider-Man, con Peter en el instituto, y Spider-Man loves MJ, con todos los líos románticos que puede haber a este lado de O.C. El problema es que esas historias, por cierto mucho mejores desde hace años que las de Amazing y compañía, es precisamente que no son las "de verdad". Parece que no cuentan porque no tienen el bagaje de cuarenta años de continuidad. Como se come entonces que quieran ese bagaje de historias entrelazadas, de visiones a veces contradictorias de autores muy distintos, que va construyéndose un tebeo sobre otro y que funciona más que menos, pero que lo primero que hagan sea alterar radicalmente veinte años del mismo. Es como querer un coche carísimo para arrancarle los asientos, llenarlo de abollones, ensuciarlo y quitarle el ABS y el reproductor de CDs. Seguro que es más genuino, pero también son ganas de complicarse la vida.
Lo peor de todo es que visto el relanzamiento que hacen a raíz de todo esto, parece que tienen un montón de autores cojonudos con buenas ideas y con una idea clara de cómo hacer un tebeo de Spider-man divertido pero a la vez fiel al concepto. Y si tiene éxito Quesada se dará una palmadita y pensará que es todo gracias a su genial idea. Mary Jane, coñazo de personaje como es, no era el problema. Las historias malas, sin rumbo, de relleno y completamente ajenas al personaje, sí.
Y si yo ando perplejo, me imagino que la gente a la que Spider-Man sí le gusta pensará que les han tomado el pelo.