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martes, 27 de noviembre de 2007

Lo que viene (y podría venir) de Marvel

Continuando con la entrada anterior. ¿Qué estoy siguiendo de Marvel?
Astonishing, Factor-X y X-Men de Carey, Bachalo y Ramos. Capitan América, Daredevil y Runaways. En tomos de regularidad dudosa, Hulka.
¿Qué me voy a comer? Cuando empieze Complejo Mesiánico (que de momento no va mal, vermos...) me tocarán Patrulla-X y Nuevos X-Men, pero habré perdido AXM; por tanto, uno más. El tomo de La muerte del Capitán América, pa' ellos: es un truño, no aporta nada y es de Loeb. ¡EL HORROR, EL HORROR!
Runaways de Whedon, sí gracias. DD, hasta que me calquen una nueva miniserie y me tenga que pasar a tomos yankis.
En el futuro, además de continuar/acabar lo que ya sigo:
  • La línea Ultimate parece muerta para mi, con el pérfido Loeb mancillando con sus garras lo que otrora fue puro. Aunque Immonen siempre me tienta.
  • De todo lo que sale de Civil War me quedo con The Order. The Initiative, flojo flojo. Thor bonito pero vacío. Vengadores, a medio gas ambas coleccionesy y Cho no es tan bueno; pero a ver si reeditan The Hood, aprovechando. World War Hulk muy espectacular y entretenido, pero no va a ningún lado. 4 F de Millar y Hitch habrá que ver, estoy bastante cansado de Millaradas y sediento de Hitchadas. Thunderbolts, con los tics constantes de Ellis se queda a medio camino.
  • Criminal: sí. Iron Fist: oh, sí. Agents of Atlas es un pastiche pulp, absurdo y muy bueno. Spiderman loves MJ, Wisdom (Max), Omega the Unknown, Union Jack, Modok's 11: no quiero hacerme ilusiones.
Sin grandes cambios. No creo que salga mucho de lo que realmente me interesa, así que me contentaré con un par de tomos. En general creo que lo están haciendo bastante mejor en Marvel que en DC, pero en cuanto a lo que realmente me planteo comprar, no hay tantísima diferencia: autores buenos, conceptos originales y series marginales parece ser la clave.

Lo que viene de DC

Cada vez me desconecto más de los superhéroes y acabo siguiendo guionistas y dibujantes. Quién me iba a decir hace unos años que cada més dejaría casi dos euros en el Capitán América, de entre todos los personajes, y ni siquiera la Patrulla ha sobrevivido a la caída de gracia del completista que buceaba en mí. El caso es que intento seguir más o menos las novedades de DC y Marvel mes a mes, incluso echarle un ojo a los escaneos, para saber a que atenerme a nueve meses vista, y no me sorprende que de el plan de Planeta para DC -sin Vértigo- me interese poquito. De todos los relanzamientos después de las Crisis 2.0 hay mucha pajilla tibia para lectores de toda la vida, mucho relanzamiento abortado, bastante crossover cutre y alguna serie que merece la pena, generalmente de segunda o tercera fila y por lo tanto no publicada.
Las novedades, aquí . De esto me quedo con:
  • Batman: naaaa. Paso. Si dibujara siempre JH Williams III todavía. El resto no llama especialmente la atención.
  • Superman: GOTO Batman. La muerte de Superman: bastante tengo con cargar con mi propia nostalgia hacia la Era del Apocalipsis, cuando lo leí me pareció un truño. Si el traje de Superman te parece ridículo, Darkseid aparecía vestido de chandal en sus primeras apariciones. Aunque un chandal de táctel hubiera sido incluso mejor.
  • Universo DC: a veces sí, pero esta vez... demasiado material que sólo llega al "está bien, sin más". Legion tenía un buen planteamiento (el superheroísmo como un movimiento global de rebelión protagonizado por adolescentes) y un buen dibujante; entonces el guionista decidió que quería hacer sh de toda la vida y olvidarse de lo que daba personalidad a la serie, y Barry Kitson se fue a hacer The Order, que de momento es mejor. Secretos americanos me llama la atención, hojearé. Todo el asunto de Gren Lantern - Siniestro War empieza bien con el especial, se desinfla, entre lo facilongo y chorras que es el tema de Parallax y los protagonistas de GL Corps que no sé de donde viene, está claro que esta historia no es para mi. Lo de las amazonas es espantoso y con WW de Pérez me pasó como con las Crisis originales: lo puedo apreciar pero no disfrutar, demasiado añejo y acartonado. Soy una criatura de los 90, con sus hombreras y sus trajes hiperajustados.
¿Qué quiero? Pues para empezar el Shazam! de Jeff Smith. Cualquier cosa de Gail Simone, ya doy por perdido que editen BoP así que no estaría mal un tomo con el Átomo nuevo y su increible compañero la cabeza voladora. Green Arrow & Black Canary, por el dibujo de Cliff Chiang (le echaré una hojeada al tomo del Espectro, con éste mismo). Blue Beetle, el nuevo. Spirit. Yyyyyy poco más.
No, All-Star Superman no. Esta muy bien hecho, es muy nostálgico, me sigue sabiendo a refrito. Casi todos los tebeos actuales de Superman me saben a refrito, visto, engullido y regurgitado una y otra vez. Quizás ésta es la manera correcta de escribir a Superman y simplemente no es para mí; pero sigo adorando el Red Son, así que no pierdo la esperanza.
No, All-Star Batman & RTBW tampoco. Seguro que a alguna gente le encanta porque es una sobrada y parece que se esta riendo de todo, pero la historia en sí es un chorzo pinchado en un palo, no avanza nada, los hechos suceden sin conexión, los personajes aparecen para no volver a ser oídos nunca más... De todo, incluso de los que pagan por él.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Novedades españolas Septiembre

Acabó Death Note (Tsugumi Ooba y Takeshi Obata). La serie fue genial en su primera mitad y bastante buena en la segunda. Le faltaba algo, esa magia que eleva un buen tebeo a la siguiente categoría; pero continuaba siendo muy adictivo, con giros argumentales geniales. Una conclusión coherente con el discurrir de la serie, bien llevada. Echaré de menos la sensación de "vaya cojones" que me producía esta serie. Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas Monstruo de las galletas
The 49ers agotado en las dos tiendas. Grrrr. Top Ten es uno de mis tebeos de Alan Moore favoritos, el contrapunto ligero a Watchmen o V de Vendetta, y Gene Ha es Dios. Paciencia.
En Astonishing X-Men (Whedon y Cassaday) concluye el tercer arco. Entiendo que a los yankis les pueda la lentitud de esta serie: mucha viñeta grande, mucha pelea bien degustada, seis números por historia... y encima sale de pascuas en ramos. Aquí no se nota tanto al ir mes a mes, aunque me da que acabaremos alcanzando la edición americana. De cualquier manera sigue muy bien: diálogos geniales, todos los personajes clavados con momentos memorables, escenas de acción de quitar el hipo, divertida y emocionante y con un buen continuará. Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo
X-Factor también acaba el primer año. Lo malo: baile de dibujantes (aunque ahora llega Raimondi, de la mini de Madrox, que me gusta bastante) y la trama de Investigaciones Singularidad, un simple "no está mal". Lo bueno: la temática de la serie -Peter David es el único que parece saber hacer algo diferente con la temática social y pseudocientífica de los mutantes, y el que mejor ha aprovechado las posibilidades de Casa de M- y los personajes: el Mercurio iluminado pasado de rosca, las lenguas afiladas de Syrin y M, el aplastante realismo de Rictor, la puta-niña-de-The-Ring Layla Miller... y sobre todo Madrox, con sus paranoias, su inseguridad y los poderes que más juego dan. Ahora mismo mi personaje favorito. Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo
En Runaways (Vaughan y Alphona) se cierra un arco con una muerte. A esta serie siempre le falta un puntito. Su punto fuerte son los personajes: personalidades bien definidas, relaciones jugosas, dibujo muy expresivo y logrado, diálogos whedonescos muy divertidos... lo que necesita es unas tramas más emocionantes, más rotundas. En general ese es el problema más habitual de los tebeos de este guionista. Y en este arco ha fallado la conclusión, que es menos emocionante de lo que la misma historia te dice que debería ser. Bueno, pero podría ser mejor. Blas Blas Blas
El Solo de Bernet, flojillo de dibujo y de historias. Me esperaba más

jueves, 6 de septiembre de 2007

Caótica Ana

Siempre me preguntan porque los españoles nos cagamos en todo, y cuanto más gordo mejor. Gracias, Medem, oh estudioso del alma humana.
Rebusco tras ver la película en internet y encuentro una simpática descripción: Fábula feminista sobre la tiranía del hombre blanco. A veces me pregunto si la gente, cuando ve películas, las mira. La tiranía del hombre blanco supongo que se refiere a la historia que sucede en una reserva india de Arizona, historia con la que comienza el peregrinaje por otras vidas y que acaba en la muerte de una mujer saharaui por disparos marroquís.
Caótica Ana es una fábula, pero el mensaje que lanza llega mucho más allá de lo que un visionado superficial da a entender. Mujer=fuente de vida, hombre=fuente de guerra. Hasta panfletos misticotribales llegan a este esquema. Como decía La Costa Brava,
incluso el más cínico puede apreciar
la belleza de las cosas simples

Si algo me demuestra Medem con esta película es que no hay que confundir sus excesos paisajísticos y el tono poético-o-algo que es marca de fábrica con una falta de sustancia. No tiene un pelo de tonto cuando recalca que esos hombres son terribles mientras llena la película con secundarios masculinos que es imposible odiar. Bombardea el feminismo de mesa de cafetería cuestionando al personaje más falsamente liberado y a la vez más entrañable, porque una fábula no tiene porque ser moralina intravenosa. ¡Mis hijos serán hombres buenos! define su visión de qué hay de cierto y de equivocado en esa dualidad. Esta es una historia sobre mujeres que habla tanto o más sobe los hombres. En el fondo son mucho más que el sexo masculino hecho hueso y carne.
Os recomiendo que vayáis a verla, no solo para poder decirme que no tengo ni idea sino porque tiene todos los ingredientes que hacen a Medem Medem: buen guión, fotografía impecable, interpretaciones estupendas. La protagonista es todo un descubrimiento. Novata Manuelita: cualquiera lo diría. Una Emma Suarez para el nuevo siglo. Por otro lado es su película más inequívocamente fantástica. A la mitad me parecía estar viendo una de Amenabar: el elemento extraño choca con la realidad, no se difumina como pasaba en Lucía y el sexo o, más claramente, en Tierra. No lo maneja tan bien como éste, la historia avanza a trompicones cuando se pone en plan expositivo y la última escena es lo más bizarro y discordante que he visto en el cine desde el bailecito setentero de Spider-man 3. Aún así la película se devora, más que avanzar fluye en cuanto deja que el personaje central tome las riendas del argumento.
Le doy cuatro Gustavos Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo. Y ahora me voy a ponerle un fax al Rey.

jueves, 23 de agosto de 2007

Death Note

Querría leer más manga del que leo, pero las editoriales de por aquí me lo hacen muy difícil. Cuando hay cinco títulos de cada género juvenil (fantasía medieval, romance de instituto, peleas, historias-harén) que no me interesan, todas con portadas recargadas e indistinguibles y la mayoría con muchos volúmenes, tiendo a perderme. Añade a eso que no controlo páginas web de información, adelantos o reseñas mínimamente decentes y al final dependo de la idea feliz, autores de confianza, la recomendación ocasional o la pura chiripa.
Por una de estas vías llegué a Death Note. De primeras tenía dos elementos para no ser lo mío: protagonista en el instituto (que aburrida debe de ser la vida en Japón tras cumplir los 18) y elemento sobrenatural en mundo realista (empiezo a imaginarme rollos de ángeles, asesinos de ogros, poderes mentales y cosas así). Me bajé el primer tomo de internet y lo leí por encima. Lo que encontré me gustó. Nada de humor chorras metido a calzador, el planteamiento era dramático y dramático se mantenía. Los personajes tenían personalidad. El dibujo era detallado, los personajes no eran clones, y sobre todo la narración era sobria: si de algo abusan muchos manga es del momento shock, generalmente acompañado de un elaborado y artificial soliloquio interior, culminando en una viñeta grande con el personaje con cara de súbita pérdida del control del esfínter anal. O sea, ninguno de los defectos que me temía y muchas de las características que le pido a todo buen tebeo.
Así que me pedí los primeros. Y fui comprando algunos tomos más. Dos meses y diez tomos después -a dos de concluir- puede que esté enganchado. Sólo puede.
Realmente es una historia adictiva, de las que se leen de manera compulsiva. Pide una relectura para absorber los detalles y recrearse en los diálogos, porque de primeras sólo quieres pasar hojas y hojas para saber cómo va a acabar. Es un tebeo con el que constantemente piensas "¡Qué cojones! A ver como salen de esta..." y repetidamente te sorprende saliendose con la suya, de maneras limpias e ingeniosas por lo general. Pero sobre todo es un tebeo que no se atasca en un modelo a repetir: a pesar de que juega con el lector con continuos "Y ahora... ¡Más difícil todavía!" la historia avanza, los personajes evolucionan. Cuando se llegan a puntos de no retorno, ventajas de tener 12 tomos, puede ocurrir lo impensable. Ese no saber qué va a pasar porque todo puede pasar es lo que te agarra y no te suelta.
¿De qué va el cómic? Resumiendo mucho, es la historia de un chico que adquiere el poder de matar a la persona que desee y decide usar esa habilidad para purgar el mundo de indeseables y acabar con su sensación de seguridad e impunidad. Cuando el mundo se da cuenta de que una fuerza misteriosa, a la que llaman Kira, está matando criminales en todo el mundo no tarda en surgir quien se le oponga, encabezados por el peculiar detective "L". El grueso de la serie es el enfrentamiento de ingenio entre Kira y L, en el que uno siempre intenta ir un paso por delante del otro intentando meterse en su cabeza. De un planteamiento puramente fantástico acaba en una historia casi de espías, con pistas falsas, deducciones arriesgadas, doble juego constante... y algunos giros argumentales de vértigo. Uno en concreto. EL momento de la serie.
En los últimos tomos la serie pierde un poco de fuelle, pasa de una historia de detectives a un híbrido con más acción, pero los 6 primeros son un paseo por la cuerda floja que les sale redondo. Para quitarse el sombrero.