lunes, 27 de agosto de 2007

Novedades americanas 27 de agosto de 2007

Algunas cosillas yankis que cayeron en mis manos.
Cable & Masacre (Fabian Nicieza y Ron Lim) es bastante divertida, de dos personajes que parecían incompatibles ha acabado saliendo una historia de amistad, forzada y disfuncional pero sorprendentemente creíble, con Masacre haciendo de Jim Carrey y Cable de... de Eugenio, supongo. Que pena que los dibujantes les duran dos números. Este número (44) es del tipo "Masacre haciendo el payaso". Cuando escribía Joe Kelly se alternaban con los de "No, en serio, este tío es un psicópata".
Outsiders Five of a Kind Metamorpho and Aquaman lo cogí por el dibujante, Joshua Middleton, uno de la escuela "Famoso rápido pero dibujo lento" que lleva desaparecido un tiempo. Es más o menos como recordaba, de lineas finas, pocas sombras y colores casi pasteles. Ahora se lleva más ese estilo que cuando apareció este señor así que no impresiona tanto, pero sigue siendo bastante bueno. Sin embargo no tien mucho donde lucirse, como portadista brilla más. La historia es un team-up normalito entre veterano y novato, sin ser nada del otro mundo está bien hecha. De uno a cinco le doy:
Blas Blas Blas
Black Summer es el último intento de Warren Ellis de hacer superhéroes. Comienza con un superhéroe asesinando al presidente de EEUU por considerarle un criminal de guerra. No parece estar sacandole mucho jugo a la situación, que rápidamente evoluciona a un "SH perseguidos por el gobierno" más genérico. De una manera o de otra esto ya lo contó, en Stormwatch y Authority. El dibujante, Juan José Ryp, es del estilo de Darrow, tan detallista que queda poco natural. Es ideal para las explosiones y desmembramientos, y de esas hay unas cuantas. Como acostumbra a pasar en los últimos tebeos de este escritor el problema es el ritmo, el mismo tanto en escenas de acción como en densos diálogos. A veces da la impresión de que escribe con el automático. "A, B y C discuten, acaba con A enfadada y B huyendo con C. 4 páginas. B y C pelean con un helicóptero. 4 páginas. A, B y C se reunen con d. Discuten, D se enfada. 4 páginas". Para un guionista que lo ha hecho mejor y que siempre ha intentado un mínimo de exploración formal en cada nuevo proyecto sabe a poco.

jueves, 23 de agosto de 2007

Death Note

Querría leer más manga del que leo, pero las editoriales de por aquí me lo hacen muy difícil. Cuando hay cinco títulos de cada género juvenil (fantasía medieval, romance de instituto, peleas, historias-harén) que no me interesan, todas con portadas recargadas e indistinguibles y la mayoría con muchos volúmenes, tiendo a perderme. Añade a eso que no controlo páginas web de información, adelantos o reseñas mínimamente decentes y al final dependo de la idea feliz, autores de confianza, la recomendación ocasional o la pura chiripa.
Por una de estas vías llegué a Death Note. De primeras tenía dos elementos para no ser lo mío: protagonista en el instituto (que aburrida debe de ser la vida en Japón tras cumplir los 18) y elemento sobrenatural en mundo realista (empiezo a imaginarme rollos de ángeles, asesinos de ogros, poderes mentales y cosas así). Me bajé el primer tomo de internet y lo leí por encima. Lo que encontré me gustó. Nada de humor chorras metido a calzador, el planteamiento era dramático y dramático se mantenía. Los personajes tenían personalidad. El dibujo era detallado, los personajes no eran clones, y sobre todo la narración era sobria: si de algo abusan muchos manga es del momento shock, generalmente acompañado de un elaborado y artificial soliloquio interior, culminando en una viñeta grande con el personaje con cara de súbita pérdida del control del esfínter anal. O sea, ninguno de los defectos que me temía y muchas de las características que le pido a todo buen tebeo.
Así que me pedí los primeros. Y fui comprando algunos tomos más. Dos meses y diez tomos después -a dos de concluir- puede que esté enganchado. Sólo puede.
Realmente es una historia adictiva, de las que se leen de manera compulsiva. Pide una relectura para absorber los detalles y recrearse en los diálogos, porque de primeras sólo quieres pasar hojas y hojas para saber cómo va a acabar. Es un tebeo con el que constantemente piensas "¡Qué cojones! A ver como salen de esta..." y repetidamente te sorprende saliendose con la suya, de maneras limpias e ingeniosas por lo general. Pero sobre todo es un tebeo que no se atasca en un modelo a repetir: a pesar de que juega con el lector con continuos "Y ahora... ¡Más difícil todavía!" la historia avanza, los personajes evolucionan. Cuando se llegan a puntos de no retorno, ventajas de tener 12 tomos, puede ocurrir lo impensable. Ese no saber qué va a pasar porque todo puede pasar es lo que te agarra y no te suelta.
¿De qué va el cómic? Resumiendo mucho, es la historia de un chico que adquiere el poder de matar a la persona que desee y decide usar esa habilidad para purgar el mundo de indeseables y acabar con su sensación de seguridad e impunidad. Cuando el mundo se da cuenta de que una fuerza misteriosa, a la que llaman Kira, está matando criminales en todo el mundo no tarda en surgir quien se le oponga, encabezados por el peculiar detective "L". El grueso de la serie es el enfrentamiento de ingenio entre Kira y L, en el que uno siempre intenta ir un paso por delante del otro intentando meterse en su cabeza. De un planteamiento puramente fantástico acaba en una historia casi de espías, con pistas falsas, deducciones arriesgadas, doble juego constante... y algunos giros argumentales de vértigo. Uno en concreto. EL momento de la serie.
En los últimos tomos la serie pierde un poco de fuelle, pasa de una historia de detectives a un híbrido con más acción, pero los 6 primeros son un paseo por la cuerda floja que les sale redondo. Para quitarse el sombrero.

Novedades americanas 22 de agosto de 2007

Pocas novedades yankis esta semana, ninguna insultantemente mala y ninguna especialmente reseñable.
Thunderbolts 116, nuevo arco argumental por Ellis y Deodato. Como siempre, una de cal y una de arena. Algunos diálogos y pinceladas de caracterización ingeniosos que cubren unos personajes bastante planos y chorras. Buena atmósfera oscura, adecuada para un cómic protagonizado por psicópatas y cabrones, y malas escenas de acción, grave patinazo para un tebeo de superhéroes. Ritmo lento, se recrean en cada escena pero leerlo mes a mes es un suicidio. Parece que este arco va a tener un tema central, más que "Los Thunderbolts tienen unas misiones... y las cumplen... y pasan cosas...". En fin, depende de la gracia que le hagan a uno sus pros el que esté dispuesto a perdonar sus contras.
The Order 2, Fraction y Kitson. El mayor problema que tiene The Order es que los personajes aún están un poco verdes: ni visual ni argumentalmente logran causar una impresión. No obstante no es muy preocupante aún, teniendo en cuenta que llevan un número y medio (el primero dedicaba su primera mitad a presentar un equipo que luego era despedido... muy X-Force) y algunos empiezan a mostrar cierta caracterización. Si acierta en la narrativa, sincopada y dinámica, y en la mezcla de elementos absurdos y modernos, aunque desmerece Kitson, mejor que en otros trabajos pero todavía muy soso. Esto con Stuart Immonen sería una fiesta. Todavía no está ahí pero se acerca.
X-Men 202, Ramos y Carey. La primera virtud de Carey, Bachalo y Ramos hasta ahora ha sido mezclar con historias básicamente de acción con pequeños momentos-personaje de un elenco grande y bien definido. La segunda, en esta historia, es haber dado al ataque de los merodeadores lo que a menudo ha faltado en los enemigos de la Patrulla-X: una sensación de peligro, preparación, control de todos los frentes y una agenda al menos intrigante. Con sus muchos fallos, conseguir ese equilibrio me basta.
Spiderman (Sensational 40, Friendly 23, Amazing 543). Muy por encima: Sensational es la conversación de Homer con Dios, un argumento chorras y mil veces visto en el que por supuesto no se mojan y no dicen nada nuevo de ninguna manera nueva. Friendly es un momento majo con JJJ, mezcla de histrionismo, humor y caracterización, como la antigua Young Justice de los mismos autores. Amazing es más de lo mismo. El argumento de hoy... ¡cambiar a Tía May de Hospital! Mucho diálogo interior cargante, un par de chorradas (Lo del superhéroe-fugitivo nº1 de américa preocupándose porque los delitos cometidos para salvar a su tía puedan ser el comienzo de su descenso a los infiernos es muy, muy, muy Emoparker), sin resolución final y Ron Garney, bastante mejor que en X-Men o en JLA, muy desaprovechado.