jueves, 6 de septiembre de 2007

Amazing Spider-man 544, "One More Day" 1 of 4

Amazing Spider-Man 455, o como Straczynski y Quesada hacen uno de los cómics más... ¿intrascendentes? ¿sosos? ¿decepcionantes? No llego a decir que perpetran este cómic porque no es especialmente malo, simplemente... sobra.Parker is raging
Repasando la situación, que el contexto es importante. Al final de Civil War Spider-Man era un fugitivo, su identidad era conocida y Mary Jane y la tía May estaban ocultándose con él. Un momento tan bueno como otro cualquiera para empezar a leer esta colección, aunque fuera en diagonal. Ya entonces andaban anunciando la saga que inaugura este episodio, One More Day.
MJ is sorryEn una larga historia llamada Back in Black, la tía May recibía un disparo. Spider-man descubría quien estaba detrás, le partía la cara, fin. En el medio había mucha cara de angustia, muchas escenas de hospital, impresionantes planos de gente con batas blancas pidiendo que rellenaran impresos por triplicado, Mary Jane con cara de esposa sufrida diciendo "te quiero", "confío en tí", "¿te apetecen costillas para cenar?", "cari, hay que cambiar las cortinas de la ducha", "tu madre me odia", etc. Una historia estirada, nada nuevo bajo el sol, que culminaba con el mítico número de "¡Traslada a tu tía a otro hospital, Spiderman...! ¡¡¡OJALÁ SOBREVIVAS A LA EXPERIENCIA!!!". Con ambulancias y todo. Ver para creer.
Cabe pensar que se hacían los longuis esperando esta saga, la última del guionista cuyo nombre no oso pronunciar. ¿Qué podíamos esperar? Un sentido adios a un personaje con cuarenta años de historia y alguna muerte previa en su haber. Un estudio profundo sobre el precio del heroísmo y lo inevitable de la muerte. La culminación de los subargumentos de los últimos 5 años. Un cambio radical en el status quo que deje a Parker soltero, sin novia y con la tía May haciendo galletitas. Algo.
Lo que tenemos, resumido en una frase, es: Peter Parker convence a Tony Stark de que pague el seguro médico de la tía May.
Claro, están picando al lector para que espere con ansia el siguiente número. Las posibilidades son infinitas. Acechada por un ataque de tos, el bienestar de May corre peligro. Peter debe conseguir una almohada de plumas, es una carrera contra el tiempo... ¡y no puede ganar! ¡EL TURNO DE ENFERMERAS ACABA A LAS OCHO! Bonus: Mary Jane encuentra el flan de vainilla delicioso. A Brand New microtomic slice of life, True Believer.Foreshortening means risk
Aclarado que no tienen nada que decir, Straczynski y Quesada se empeñan en contar esta historia de la manera más torpe posible. El mismo monólogo angustiado emoparker, el mismo maniquí de respuestas programadas y morritos de sufrimiento en el papel de MJMJ cannot walk alone, mucho texto convenciéndonos de lo crítico que es todo esto para rellenar las viñetas, escorzos y picados, rostros angulosos, cordones de tendones y músculos de caballo, tensión, tensión, tensión. Cientos de miles de rallitas. El entintado de Danny Miki da sombras, sombras en las sombras y convierte el perfil más definido en un suave vello. El color de Isanove recuerda la calidez de un día de verano, violetas y naranjas, tonos pastel y suaves degradados. El dibujo en conjunto es llamativo a ratos, increíblemente poco sutil y nada adecuado para la historia que pretenden contar.
Empieza con un bostezo, mientras lees "¡Es importante! ¡Es brutal! ¡CUALQUIER COSA PUEDE PASAR!", y acaba con un guiño... perdón, con unos párpados muy pesados mientras lees "¡PUEDE HACER CUALQUIER COSA! ¡¡¡IT'S A MAD MAN, A MAD MAAAAAAAAAAAN!!!". Supongo que esa historia taaaan impresionante, taaaaaan importante, que necesitaba taaaaaaantos meses de espera, no da para cuatro números ya que tiene que meter uno de relleno. Puedes pasar del número anterior al siguiente sin notar la ausencia de éste. Realmente no se me ocurre crítica peor. Epi Epi. Epi Epi

Caótica Ana

Siempre me preguntan porque los españoles nos cagamos en todo, y cuanto más gordo mejor. Gracias, Medem, oh estudioso del alma humana.
Rebusco tras ver la película en internet y encuentro una simpática descripción: Fábula feminista sobre la tiranía del hombre blanco. A veces me pregunto si la gente, cuando ve películas, las mira. La tiranía del hombre blanco supongo que se refiere a la historia que sucede en una reserva india de Arizona, historia con la que comienza el peregrinaje por otras vidas y que acaba en la muerte de una mujer saharaui por disparos marroquís.
Caótica Ana es una fábula, pero el mensaje que lanza llega mucho más allá de lo que un visionado superficial da a entender. Mujer=fuente de vida, hombre=fuente de guerra. Hasta panfletos misticotribales llegan a este esquema. Como decía La Costa Brava,
incluso el más cínico puede apreciar
la belleza de las cosas simples

Si algo me demuestra Medem con esta película es que no hay que confundir sus excesos paisajísticos y el tono poético-o-algo que es marca de fábrica con una falta de sustancia. No tiene un pelo de tonto cuando recalca que esos hombres son terribles mientras llena la película con secundarios masculinos que es imposible odiar. Bombardea el feminismo de mesa de cafetería cuestionando al personaje más falsamente liberado y a la vez más entrañable, porque una fábula no tiene porque ser moralina intravenosa. ¡Mis hijos serán hombres buenos! define su visión de qué hay de cierto y de equivocado en esa dualidad. Esta es una historia sobre mujeres que habla tanto o más sobe los hombres. En el fondo son mucho más que el sexo masculino hecho hueso y carne.
Os recomiendo que vayáis a verla, no solo para poder decirme que no tengo ni idea sino porque tiene todos los ingredientes que hacen a Medem Medem: buen guión, fotografía impecable, interpretaciones estupendas. La protagonista es todo un descubrimiento. Novata Manuelita: cualquiera lo diría. Una Emma Suarez para el nuevo siglo. Por otro lado es su película más inequívocamente fantástica. A la mitad me parecía estar viendo una de Amenabar: el elemento extraño choca con la realidad, no se difumina como pasaba en Lucía y el sexo o, más claramente, en Tierra. No lo maneja tan bien como éste, la historia avanza a trompicones cuando se pone en plan expositivo y la última escena es lo más bizarro y discordante que he visto en el cine desde el bailecito setentero de Spider-man 3. Aún así la película se devora, más que avanzar fluye en cuanto deja que el personaje central tome las riendas del argumento.
Le doy cuatro Gustavos Gustavo Gustavo Gustavo Gustavo. Y ahora me voy a ponerle un fax al Rey.